Sin duda alguna altera la manera en que mi cuerpo y mi mente funcionan; me idiotiza, me eleva y desordena cada esquema que construyo.
Amo consumir esta droga en elevadas dosis y con mucha frecuencia, y desde que asumí mi adicción disfruto mucho más de sus efectos colaterales.
A veces me produce euforia extrema, aumento del ritmo cardíaco, pérdida de la noción del tiempo, insomnio, ataques de risa, visiones sobre el futuro y una serie de síntomas más que ni siquiera podría explicar por su nivel de bizarrez.
La abstinencia no es una opción para mi, no estoy dispuesta a sufrir de malestar general, no dejaré de consumir la sustancia más extasiante que he probado, por que estoy segura del efecto terapéutico que tiene, y le atribuyo la felicidad plena que he sentido en mi vida durante los últimos seis meses.
Sin duda es lejos la mejor droga que existe. El problema es encontrarla, no siempre hay mano po washa!, y aveces cuando crees que tienes una mano fija paf! desaparece sin dejar rastro y te quedas triste y sin saber como saciar su efecto adictivo.
ResponderEliminarTe adoro mi loca extrema! (L)